viernes, 21 de junio de 2019

Keler

Desde su fundación, Keler suma tradición, raíces y visión de futuro, convirtiéndola en una cerveza auténtica. Con la personalidad de su lugar de origen.

Todo comienza a mediados del siglo XIX, con la llegada a Donostia de los hermanos Kutz, que comienzan la fabricación de cerveza en su casa de Ategorrieta. En 1872 abren su primera fábrica en Chofre 19, y una década más tarde inauguran la fábrica del Antiguo.

En 1888 llega el primer premio: una Medalla de Plata en la Exposición Universal de Barcelona.  Un sabor que sigue siendo reconocido internacionalmente. Un sabor que lleva el mundo entero la intensidad de nuestra tierra.

En 1982, la empresa se trasladó de la ciudad de San Sebastián a la localidad navarra de Arano. En 1993, Cruzcampo compró Keler, por tanto esta pasó a estar en el grupo irlandés Guinness (Guinness Brewing Worldwide), que controlaba el 98% del accionariado de la española Cruzcampo desde 1991.

En 1999, la planta de fabricación de Arano, al igual que el resto de la empresa en el año 2000, pasan a manos de la neerlandesa Heineken (Heineken International a través de Heineken España).

Finalmente toda la marca Keler, así como todos sus productos y plantas fueron vendidas al grupo cervecero español Damm. Desde entonces, la presencia de la marca Keler en ciudades grandes de España como Madrid y Barcelona se ha incrementado, aunque su presencia más arraigada sigue encontrándose en la zona del País Vasco, donde es una empresa muy conocida por sus campañas de patrocinio a equipos locales como a la Real Sociedad.

Keler se ha convertido en uno de los productos distintivos y emblemáticos del País Vasco y su sabor es reconocido en todo el mundo. Destaca en los mejores concursos internacionales ganando numerosos premios y medallas: Super Taste Award (Bruselas), The Australian International Beer Awards (Melbourne), World Beer Championship (Chicago), En Londres, The International Beer Challenge (Londres), entre otros.



Color oro viejo, luminoso, con reflejos de roble nuevo. Brillante y de aspecto vivo. Burbujas sutiles, abundantes, que rematan en espuma blanca de larga persistencia. Olor de la malta cebada. Nariz compleja por las notas del lúpulo y la levadura. Elegante y tradicional. Muy sabrosa aunque ligera, fresca y con un carbónico integrado. Recuerdos a cereales tostados.




Para degustarla es muy importante elegir correctamente el vaso. Como mejor se disfruta es en una copa larga o en un vaso con apertura amplia.

Recomiendo consumir la cerveza a unos 6º grados para potenciar su sabor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario