Esta Crowd Control es una NEIPA de 6% que viene para colonizar nuestras mentes sin que nos demos cuenta. Esta diseñada para que, de manera subrepticia, el lúpulo se inocule en nuestras necesidades y domine nuestros deseos. Para ello han diseminado en la cerveza miles de pequeños nanorobots de Citra, El Dorado, Simcoe y Mosaic que modifican nuestras sinapsis neuronales. No tengas miedo, déjate arrastrar por esta dulce y agradable lobotomización.
Lo cierto es que Hop Hooligans no consigue lo que se había propuesto ya que echar cantidades ingentes de lúpulo en un totum revolutum hace que nuestras pupilas gustativas y nuestros sensores olfativos se vuelvan un poco locos.
Hop Hooligans ve la luz cuando Mircea y Cristi se asociaron con Petre Ion, fundador de Beer O’Clock, uno de los primeros bares craft de Rumania. La historia de esta cervecera es también la historia de un duelo. La pérdida que vivieron y viven Mircea y Cristi con la muerte en 2017 de su socio y amigo Petre. Después de tiempos oscuros y complicados, gracias al trabajo y una base de seguidores ya consolidada, la micro salió adelante con más fuerza y ganas. Aunque actualmente Hop Hooligans no es la mayor cervecera, es una de las más importantes y reconocidas de toda Rumania. Su buen hacer con el lúpulo y su reciente adquisición de una enlatadora les ha dado el empujón necesario para alcanzar la órbita de distribución europea.
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